Después de ser ingeniera (le dediqué 18 años de mi vida a la ingeniería), y también psicóloga, ahora mis talentos ocultos han emergido, y los pongo a tu disposición. En mis cuarenta y bastantes años, he vivido como si fueran varias vidas en una. Tener 3 hijos (ya adolescentes), haberme criado en una aldea, en una familia muy humilde. Pasar mi juventud en Madrid estudiando la ingeniería, casándome joven y enamorada, para volver al pueblo a los veintipico, a trabajar como ingeniera en una zona rural. Haber creado y desarrollado 8 proyectos empresariales, tener que cerrar algunos, vender otros, llevar una de mis empresas a un doloroso concurso de acreedores. Haber estado en política a nivel nacional, haber sido decana de mi colegio profesional de ingeniería, dirigido una bodega de vino asturiano, y volver a Madrid. Ser subdirectora de una startup famosilla de las que “levantan” docenas de millones, y salir de allí porque lo que realmente me llamaba era la psicología. Haber estudiado la carrera de psicología en el sillón mientras mis 3 hijos eran bebés y niños, y estudiar 6 máster de lo más variopinto (desde el de PRL a Big Data y Analytics), e innumerables cursos de más de 100 horas, tantos, que ya ni los recuerdo. Haber conseguido premios y reconocimientos, como el de a la Mujer Emprendedora a nivel nacional. Aparecer en entrevistas en TV, radio, periódicos y medios de comunicación variados en Internet. Tanto a nivel nacional como internacional. Hacer, hacer y hacer tantas cosas… Ayudar a cientos de personas (muchos cientos) de todo el mundo a desarrollarse profesionalmente. Tantas, tantas, tantas cosas vividas. Que me hacen saber que lo importante no es lo que pensamos que hacemos, ni lo que tenemos, es lo que somos. La ilusión con la que trabajamos. El amor que nos damos, tanto en calidad como en cantidad. El amor que somos capaces de dar. Y eso, que tan ñoño parece, es más importante en tu carrera profesional de lo que podrías creer. Porque lo ñoño tiene su punto, y fue lo que nos llevó a..

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